En este post me gustaría descubrirte una empresa que me ha fascinado por todo lo que se cuece por detrás, se trata de Jardinería Canna. En Jardinería Canna no sólo se dedican a convertir tu proyecto de diseño de jardín o paisaje en realidad sino que han sabido fusionar perfectamente su profesión con su sensibilidad de madres. Se nota muchísimo que cuidan los detalles y sobretodo en ofrecer productos pedagógicos de calidad. De aquellos que hacen crecer desde a dentro.
En su página web podrás encontrar talleres de educación ambiental, fichas de plantas, descargables, sus servicios de jardinería y su tienda online dedicada a los más pequeños.
Me siento muy identificada con ellas, no sólo porque son madres sino por como han sabido fusionarlo con su profesión. Como madre entiendo perfectamente ese momento en que no puedes separar tu profesión con tu nueva "vocación" por llamarlo de alguna forma. Esa curiosidad o sensibilidad del mundo maternal que se te despierta en tu interior. Saber que hay personas que llevan a cabo este tipo de adaptaciones hacía su terreno laboral me hacen sentir realmente muy contenta.
Me gustaría enseñarte los detalles que hemos tenido ocasión de probar por gentileza de Jardinería Canna. Voy a empezar por el que me parece más gracioso y me trae más recuerdos, el cespín. Me encanta porque es un juguete al cual debes tener cuidado para ver los resultados. Se trata de tierra con unas semillas de césped con forma divertida para llamar la atención de los más pequeños. Conforme va creciendo el césped simula el cabello del muñeco el cuál puedes dar forma. Con este juguete los peques pueden ir tomando responsabilidad del cambio de agua o corte. Evidentemente mi hijo es muy chiquitín para estas tareas, pero igualmente se las voy explicando. Le ha hecho mucha gracia tocar el césped y como veis en la imagen va con mucho cuidado.
Otro de los juguetes que hemos podido probar ha sido el baby puzzle tortuga compuesto por el tablero y cuatro piezas en el que vamos a ir trabajando su memoria para identificar en qué parte va cada pieza. He notado a faltar algún imán para sujetar las piezas puesto que se pueden caer con facilidad. En la caja lo guardamos mirando para adentro y así no las vamos perdiendo jeje.
Para terminar, también pudimos jugar con el ciervo de madera articulado que mueve todo su cuerpo al presionar la base por debajo. Este tipo de juguete da rienda suelta a su imaginación sin necesidad de pilas o ruidos. Mi hijo no tiene todavía la fuerza para presionarlo pero lo hemos usado para la hora del cuento.
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